La carne no miente cuando delata lo evidente: miedo, trauma, inseguridad, o todo lo contrario, coraje, autenticidad, expansión… Si te detienes a ver a la gente, lo notarás. Desde la postura, la forma de caminar, la expresión corporal es lo más honesto que hay, el cuerpo siempre expresa la verdad de lo que ocurre dentro, no racionaliza lo que siente. Por eso nos da miedo encarnarlo, habitarlo, escucharlo. Entonces nos hacemos de una personalidad, para mostrarnos como queremos ser vistos. Para no vernos tan vulnerables y evidenciados, para protegernos, para ocultarnos.

En ese camino, nos perdemos, nos disociamos, nos fragmentamos y luego nos pasamos la vida entera buscándonos a nosotros mismos, buscando reencontrarnos.

Por eso en “tu cuerpo sabe más” te brindamos herramientas para volver a lo esencial, a la integración de tu realidad más material con tu sabiduría más profunda que vive en tu interior.